Francisco Javier Ramón Solans

Nuestra señora del pilar

 

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR Cronología

40 d.C. (2 de enero): La fecha reportada de la aparición mariana a Santiago en Zaragoza.

1299: Se produce la primera referencia escrita a la dedicación del Pilar.

1471: Ocurre la primera referencia escrita a la aparición en carne de María a Santiago. Según este texto, fue llevada por un coro de ángeles desde Palestina a Zaragoza.

1613: El Ayuntamiento de Zaragoza proclama el 12 de octubre el día de la Virgen del Pilar como festivo local.

1640: Se produce el Milagro de Calanda. La Virgen del Pilar restauró la pierna mutilada de Miguel Pellicer.

1653: El Ayuntamiento de Zaragoza proclama a la Virgen del Pilar patrona de la ciudad.

1675 (2 de febrero): el Papa Clemente X unificó los consejos de canónigos de la Catedral del Salvador y la Iglesia dedicada al Pilar y declaró a esta última como co-catedral.

1678: Las Cortes Aragonesas declaran a la Virgen del Pilar patrona de Aragón y su aparición el 2 de enero festivo en el Reino de Aragón.

1723: La Sagrada Congregación de Ritos reconoció la aparición como una tradición piadosa y la insertó en las lecciones del oficio el 12 de octubre como una octava (ocho días consecutivos de festividades religiosas) de segunda clase en el año litúrgico.

1681-1730: Se construye la moderna Catedral barroca de Nuestra Señora del Pilar.

1754-1765: La Catedral fue remodelada por el arquitecto Ventura Rodríguez.

1804: Carlos IV de España concede el 12 de octubre como Fiestas de Precepto en la Archidiócesis de Zaragoza.

1807: El Papa Pío VII concede el 12 de octubre como doble octava (ocho días consecutivos de festividades religiosas) de primera importancia en el año litúrgico de Aragón.

1808 (17 de mayo): hubo una aparición de una nube con forma de palmera sobre la Catedral del Pilar durante la invasión francesa de la Península.

1808 (15 de junio): Se produce una aparición de la Virgen del Pilar en la Batalla de Las Heras durante el Asedio napoleónico de Zaragoza.

1815: El Papa Pío VII concede el 2 de enero como doble octava (ocho días consecutivos de festividades religiosas) de segunda importancia en el año litúrgico de Aragón.

1863: El Papa Pío IX amplió al Reino de España el alcance de la concesión papal de 1807.

1863-1872: Finaliza la remodelación de la Catedral proyectada por Ventura Rodríguez.

1880: Primera Romería Nacional a la Catedral del Pilar también lugar.

1889: Se funda la cofradía del Rosario de Cristal del Pilar.

1901: Se producen disturbios anticlericales en Zaragoza durante la celebración del Jubileo.

1902: Se funda la sociedad de mujeres religiosas laicas “Corte de honor de damas de Nuestra Señora del Pilar”.

1904: La Catedral fue declarada monumento nacional por el gobierno español.

1905: Pío X concedió a la imagen de la Virgen del Pilar una coronación canónica.

1907: Se construye la segunda torre de la Catedral.

1908: La Virgen del Pilar fue declarada por el gobierno Capitán General del Ejército Español durante el 100th aniversario de la guerra peninsular española.

1908: Encuentro del Congreso Internacional Mariano en Zaragoza.

1908: El obispo chileno, Ramón Ángel Jara, ofrece al Pilar diecinueve banderas de Repúblicas Latinoamericanas bendecidas por el Papa.

1913: Nuestra Señora del Pilar es declarada patrona de la Guardia Civil.

1927: Tiene lugar una celebración nacional de la victoria española en la Guerra del Rif en la Catedral del Pilar.

1928: Se crea la sociedad laica religiosa masculina “Caballeros de Nuestra Señora del Pilar”.

1932: La imagen del Pilar fue eliminada tras la separación de Iglesia y Estado durante la Segunda República española.

1936 (3 de agosto): ocurrió el milagro de la no explosión de tres bombas lanzadas sobre la Catedral durante la Guerra Civil española.

1937: El dictador Franco consagra España a la Virgen María en la Catedral del Pilar.

1939: La Catedral fue declarada por Franco Santuario de la Raza (Santuario de la Raza).

1940: la celebración de 1900th Aniversario de la Aparición de la Virgen en Zaragoza.

1943: España se consagra a la defensa del dogma de la Asunción en la Catedral del Pilar.

1948: Nuestra Señora del Pilar fue declarada patrona del Consejo Superior de Misiones, lo que involucró al Ministerio de Ofertas Exteriores de España en el proyecto de enviar imágenes del Pilar a todo el mundo.

1948: Pío XII concede a la catedral del Pilar el título de basílica menor.

1954: Inauguración de la plaza de las Catedrales con un monumento a los “mártires de la Cruzada (1936-1939)”, abriendo un vasto espacio para manifestaciones políticas y religiosas masivas.

1954: Franco consagra España al Sagrado Corazón de María durante el Congreso Nacional Mariano celebrado en Zaragoza.

1958: Se produce la invención de la tradición de una ofrenda floral masiva a Nuestra Señora del Pilar.

1961: Se construyen las dos últimas torres financiadas por la noble Leonor Sala.

1965: La fiesta patronal es declarada de interés turístico nacional.

1979: XV Congreso Internacional Mariano celebrado en Zaragoza.

1982: El Papa Juan Pablo II visita Zaragoza y la Basílica de Nuestra Señora del Pilar.

1995: El Real Zaragoza Team ofreció la Recopa de la UEFA a Nuestra Señora del Pilar.

FUNDADOR / HISTORIA DEL GRUPO

El culto a la Virgen del Pilar (El Pilar) surge a mediados del siglo XIII, probablemente como un intento de asociar la ciudad de Zaragoza con el éxito del Camino de Santiago (Camino de Santiago) (Narbona Cárceles 2012) . Según la tradición, que se fue gestando hasta el siglo XVI, la Virgen se había aparecido en persona ante Santiago, animándole a seguir predicando y otorgándole una columna como testimonio de que la Fe perduraría en España. La fuerza de este mito radica en que conectó a la comunidad con los orígenes del cristianismo, ubicando a personalidades centrales en la vida de Jesús, como Santiago y la Virgen María, en la misma Zaragoza. Según esta tradición, esta es la primera aparición mariana en la historia católica y la única bilocación de la Virgen María desde que tales hechos ocurrieron cuando aún estaba viva en Palestina.

La adoración en la Catedral de Nuestra Señora del Pilar continuaría ganando importancia, incluso llegando a desafiar la preeminencia de la Catedral oficial del Salvador, que fue la sede de la diócesis de Zaragoza desde 1118. Al final de la Siglo XVII, ocurrieron tres eventos que consolidarían la posición simbólica de la Virgen del Pilar dentro de la geografía sagrada de la ciudad: el célebre milagro de Calanda en 1640 (que fue publicitado por la Monarquía española como un símbolo contra el protestantismo dentro de los Treinta Años 'guerra), la unificación de los dos consejos de la Seo y el Pilar (que otorgó el estatus de Catedral a la Basílica de el pilar en 1675), y la consagración de la Virgen del Pilar como Patrona de la ciudad de Zaragoza en 1653, y más tarde de todo el reino de Aragón en 1678. Además, la fábula de pilarist no solo estaba anclada en el ámbito local y regional. historia, pero también llegó a constituir un elemento legitimador para la monarquía española. A lo largo del siglo XVIII, la fama de El Pilar continuó creciendo, especialmente con respecto a su aspecto milagroso e intercesor, al mismo tiempo que ocurría la ansiada concesión del reconocimiento papal en 1723 y 1807.

En los albores del siglo XIX, la Virgen del Pilar se había convertido en el "centro sagrado" de la capital de Aragón, con su preeminencia simbólica, social, cultural y política consolidada entre los ciudadanos de Zaragoza. Este papel central, asociado con el poder, explica en parte la extraordinaria versatilidad de la Virgen del Pilar como símbolo político durante los enfrentamientos entre revolucionarios y contrarrevolucionarios en la primera mitad del siglo XIX. Desde la Guerra de los Pirineos (1793-1795) hasta la primera Guerra Carlista (1833-1840), la imagen de la Virgen del Pilar se desplegó para legitimar proyectos tan diversos como los de los absolutistas, los liberales y el régimen napoleónico. de Joseph Bonaparte. Tal flexibilidad, lejos de ser un punto de debilidad, sirvió para consolidar su Basílica como el "centro sagrado" de Zaragoza.

Durante este tiempo de crisis y guerras, la población de Zaragoza vio a la Virgen del Pilar como un consuelo y un símbolo de protección. Después de la crisis política que siguió a la abdicación de Bayona en 1808 y la invasión francesa de la Península, el la población anhelaba un símbolo milagroso, que encontraron en una nube en forma de palma en mayo de 1808 y la aparición de la Virgen durante la Batalla de Las Heras en junio de 1808. [Imagen a la derecha] Durante los dos sangrientos asedios sufridos por Zaragoza en 1808 y 1809, la población vio la intervención y protección de la Virgen en todos los eventos, sin importar cuán pequeña fuera.

Desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, la ermita del Pilar sufrió dos procesos de modernización y politización que se desarrollaron en paralelo. Tras el auge de las devociones marianas después de la Inmaculada Dogma y la aparición de Nuestra Señora de Lourdes, las autoridades eclesiásticas y laicos impulsaron la remodelación del templo y la renovación de las culturas devocionales vinculadas a este santuario (Ramón Solans 2016). Al mismo tiempo, las medidas secularizadoras implementadas por diferentes gobiernos españoles entre 1868 y 1936 plantearon la necesidad de demostrar la fuerza del catolicismo a través de manifestaciones masivas. Asimismo, el desarrollo de una cultura política nacional católica hizo de la devoción a Nuestra Señora del Pilar un elemento central de su cosmovisión, que vinculaba ontológicamente el ser español y el católico ya que la Virgen fue la fundadora de la Nación Española e inspiró los grandes momentos de España. es historia.

Tanto la modernización del santuario como su politización estuvieron profundamente interrelacionadas, como podemos ver con la renovación y terminación de la basílica. La catedral fue restaurada entre 1863-1872 como un homenaje nacional de España a la Virgen. La segunda torre de la Catedral, terminada en 1907, fue un acto de reparación contra el disturbios anticlerical del Jubileo en 1901, que se consideró personificando el "anti-España". Durante la dictadura de Franco, la plaza de las Catedrales abrió un enorme espacio para reunir manifestaciones religiosas y políticas masivas ante la Basílica y el monumento a los “mártires de la Cruzada (1936-1939)” (Ramón Solans 2014). [Imagen a la derecha] En 1961, la Catedral se completó con la construcción de las dos últimas torres; estos fueron financiados por una mujer noble Leonor Sala, cercana a la dictadura.

DOCTRINAS / CREENCIAS

La Catedral de Nuestra Señora del Pilar es un sitio católico de peregrinación reconocido. La Iglesia Católica nunca ha confirmado la veracidad de esta aparición mariana, sino más bien la tradición piadosa vinculada a ella. Dada la antigüedad de la aparición y la falta de evidencia histórica, la Santa Sede nunca ha tomado una postura sobre la verdad de los eventos que dieron origen a este santuario. Sin embargo, este santuario y la devoción a la Virgen del Pilar han sido fomentados constantemente por las autoridades religiosas locales, nacionales y del Vaticano. Tanto la devoción como la catedral se han beneficiado de diferentes concesiones papales, y en 1982 y 1984 Juan Pablo II visitó la catedral, alabando a la Virgen del Pilar. El Santuario del Pilar también ha contribuido dando forma a las culturas devocionales marianas tanto en España como en el mundo católico. De hecho, se celebraron dos congresos internacionales marianos en Zaragoza en 1908 y 1979 para definir la mariología católica global.

Desde el siglo XVII, este símbolo religioso también ha llegado a personificar las identidades locales y regionales. La Virgen fue declarada patrona de Zaragoza y Aragón en 1653 y 1678. La Virgen también se reinventó como símbolo nacional en el surgimiento de la cultura política nacional católica en la segunda mitad del siglo XIX. El nacional-catolicismo fue una cosmovisión monárquica, antiliberal, anticomunista, anti-individualista, autoritaria y militarista que dominó el catolicismo español hasta la segunda mitad del siglo XX. Dentro de esta cultura política, la Virgen del Pilar se convirtió en un símbolo de reunión contra las políticas secularizadoras, que "corrompen" el verdadero alma española.

La Virgen del Pilar se convirtió en un elemento central de la interpretación nacional-católica de la historia española (Ramón Solans 2014). La coincidencia entre la festividad del Pilar y la fecha del "descubrimiento" de América se utilizó para sacralizar el Imperio español y su misión providencial. En 1908, la ofrenda a la Virgen de diecinueve banderas de repúblicas latinoamericanas bendecidas por el Papa llegó a consolidar esta interpretación de la historia española (Ramón Solans 2017). Durante la dictadura de Franco, la Virgen fue declarada reina de la Hispanidad y su santuario, el Santuario de la Raza. Dentro de esta diplomacia católica, Nuestra Señora del Pilar fue declarada patrona del Consejo Superior de Misiones en 1948, y su imagen se extendió por todo el mundo.

El segundo hito en la historia española fue la inspiración católica de la defensa de Zaragoza durante los dos asedios del ejército napoleónico. Esta interpretación alimentó la declaración del monumento nacional de la Catedral de Nuestra Señora del Pilar, y en el contexto del centenario de la Guerra, la Virgen fue proclamada Capitán General del Ejército español en 1908. Después de estos honores, la Virgen de el Pilar fue declarado patrona de la Guardia Civil (Guardia Civil) (1913), Correos (Servicio Postal) (1916), Cuerpo de secretarios, interventores y depositarios de administración local (1928), Sociedad mariológica (1940), Consejo superior de misiones (1948) y los submarinos de la Armada española (1946).

La cultura política del catolicismo nacional alcanzó su cenit durante la dictadura franquista. La proximidad entre el final de la Guerra Civil en 1939 y el 1900 Aniversario de la Aparición de la Virgen en Zaragoza en 1940 abrió un intenso ciclo de celebración religiosa y política de la llamada cruzada española contra comunismo (Cenarro Lagunas 1997). Durante este tiempo, la catedral se convirtió en el centro de sacralización del nuevo régimen. Además de los honores otorgados a la Virgen del Pilar, en su Basílica, Franco consagró todo el país a la Virgen María en 1937; el presidente de las Cortes franquistas, Esteban de Bilbao, consagró a España a la defensa del dogma de la Asunción; y nuevamente el dictador consagró a España al Sagrado Corazón de María durante el Congreso Nacional Mariano celebrado en Zaragoza en 1954. [Imagen a la derecha]

A finales de los años 1950 y 1960, este modelo altamente politizado y nacionalizado mostró algunos signos de agotamiento y, bajo la guía de los tecnócratas del Opus Dei, evolucionó a una forma más adecuada para el turismo y una economía moderna. El aggiornamento del catolicismo romano después del Concilio Vaticano II jugó un papel crítico en el fomento de una nueva cultura devocional mariana más cercana y menos política. La dimensión regionalista y cultural de esta devoción facilitó la evolución del "Santuario de la Raza" a un sitio de patrimonio cultural que encarna la identidad de Aragón. En 1962, el festival del santo patrón del 12 de octubre fue declarado de interés turístico nacional, y se enfatizó su dimensión folclórica y regionalista. En este sentido, la invención de la tradición del desfile en trajes regionales para ofrecer flores al Pilar jugó un papel fundamental. Siguiendo el modelo de la Virgen de los Desamparados en Valencia, el Ayuntamiento introdujo esta exitosa tradición en Zaragoza en 1958.

El giro regionalista y turístico contribuyó a la despolitización de este símbolo religioso, facilitando su transición a la democracia. A partir de 1975, la Virgen del Pilar se convirtió en un símbolo religioso profundamente arraigado en las identidades locales y regionales. Un ejemplo de esto último sería la tradición de ofrecer a la Virgen del Pilar los trofeos de fútbol ganados por el equipo local Real Zaragoza, como en 1995 con la Recopa de la UEFA.

Finalmente, la popularidad de esta devoción explica la creencia en su capacidad de mediación y protección, que está vinculada al manto (manto) que cubre el pilar sobre el que ha aparecido la Virgen. Algunas veces estas creencias excedían la ortodoxia católica y eran intolerables para las autoridades religiosas locales. Es el caso de la relación familiar e informal de la población de Zaragoza. La Virgen del Pilar es llamada por su diminuto "la pilarica" ​​y la gente de Zaragoza va a "visitar" a la Virgen como si fuera un pariente o una amiga. Esto también explica por qué los visitantes de la Virgen no son necesariamente creyentes católicos.

RITUALES / PRÁCTICAS

El carácter popular y político de esta devoción explica la gran variedad de rituales y prácticas religiosas vinculadas al Pilar. Podemos distinguir aún más entre las prácticas religiosas regulares y las extraordinarias peregrinaciones masivas que han tenido lugar en su basílica. La Catedral [Imagen de la derecha] es el centro de los acontecimientos trascendentales en la vida de los fieles y habitantes en general de Zaragoza. Los niños menores de edad de comunión se presentan a la imagen del Pilar para ser protegidos por su manto. Otra señal de protección y devoción son las cintas de colores cortadas a lo largo del Pilar que se vendieron en la Catedral y se usaron para adornar vehículos y otros objetos. Durante su "visita" a la Virgen, los creyentes esperan en la fila para besar la parte descubierta del pilar original.

La Virgen se exhibe en la Santa Capilla (Capilla Sagrada) con su repisa, excepto el segundo, duodécimo y vigésimo mes de cada mes, cuando se exhibe el Pilar. sin adornos en memoria de la aparición (2 de enero), el día del Pilar (12 de octubre) y la coronación de su imagen (20 de mayo). [Imagen a la derecha] La Santa Capilla está rodeada de placas en memoria de las peregrinaciones, sus patronos y protección. De lunes a sábado se reza el Rosario en la Santa Capilla, y tres veces al día los infanticos cantan la oración jaculatoria “Bendita y alabada sea la hora”.

La fiesta patronal de Nuestra Señora del Pilar, de una semana de duración, es uno de los eventos más importantes en la vida de la ciudad de Zaragoza. Entre las ceremonias religiosas del festival anual en honor a la Virgen del Pilar, destacan dos eventos. Desde 1958, cada 12 de octubre, fieles vestidos con trajes regionales desfilan para ofrecer flores a la Virgen del Pilar y se crea un manto de flores alrededor de la copia de la imagen que se muestra en la plaza. Desde 1889, la cofradía del desfile del Rosario de Cristal tiene lugar por las calles de Zaragoza, con flotadores de cristal iluminados durante la noche de cada 13 de octubre.

Además de estas ceremonias regulares y tradicionales, se han utilizado peregrinaciones masivas para personificar el cuerpo católico de la nación y luchar contra las políticas seculares. La Peregrinación Nacional de 1880 al Pilar allanó el camino para peregrinaciones masivas en España con alrededor de 20,000 visitantes y una organización moderna, que incluye la organización del transporte por ferrocarril, alojamiento, visitas guiadas, etc. La coronación canónica de la Virgen del Pilar en 1905 atrajo una peregrinación nacional, con 45,000 peregrinos de toda España. Este homenaje nacional a la Virgen del Pilar se ofreció como un acto de reparación por el enfrentamiento con grupos anticlericales que tuvo lugar en Zaragoza durante el Jubileo de 1901.

Entre 1905 y 1925 se organizaron 101 romerías solo al Pilar, entre las que se encontraban diez internacionales, ocho nacionales y ochenta y tres regionales. La Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento en España también organizó una Vigilia Nacional en 1907 frente al altar de la Virgen como señal de reparación por estos ataques anticlericales. Los organizadores afirmaron que 250,000 personas recibieron la comunión al día siguiente. El centenario del Primer Asedio de Zaragoza (1808) durante la Guerra de la Independencia contribuyó a la consolidación del tono nacional del culto al Pilar. Se organizaron trece romerías regionales y locales para agradecer a la Virgen por defender Zaragoza y España contra Napoleón. La Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento realizó una Vigilia Nacional con 387 secciones y 11,000 peregrinos para conmemorar la Guerra de la Independencia española, el cincuentenario de Lourdes y el jubileo del sacerdocio de Pío X.

A partir de 1912, se realiza una peregrinación anual cada mayo desde una provincia eclesiástica dada en conmemoración de la Coronación de la Virgen del Pilar. La asociación devocional femenina Corte de Honor de Damas del Pilar fomentó esta peregrinación anual, coordinando la diócesis de Zaragoza con la provincia eclesiástica que viajó ese año. A partir de 1917, esta peregrinación, al igual que otras, desapareció, emergiendo nuevamente durante la dictadura de Franco como un acto de agradecimiento a la Virgen por la victoria en la Guerra Civil española. Durante la dictadura de Primo de Rivera, las peregrinaciones fueron reemplazadas por desfiles militares para celebrar las victorias en la Guerra colonial del Rif (1920-1927), como la ceremonia nacional en 1927.

La separación de la iglesia y el estado durante la Segunda República española galvanizó todo tipo de movilización católica. La Virgen del Pilar se convirtió una vez más en un símbolo de lucha contra la secularización. La eliminación de su imagen de la Cámara del Consejo de Zaragoza en 1932 provocó protestas, como la recolección de 30,000 firmas de mujeres de Zaragoza. Hubo varias peregrinaciones nacionales a El Pilar en 1932 y 1933. Renovación española, un partido político ultramonarquista español, y los carlistas, un grupo legitimista español, organizaron una peregrinación en 1935 a El Pilar como un acto de reparación para la Revolución de Asturias y expresión de agradecimiento por su represión.

Durante los primeros años de la dictadura de Franco, las peregrinaciones a la Virgen del Pilar alcanzaron su apogeo como expresión de la ideología católica nacional. En la primavera de 1939, alrededor de 235 pueblos y ciudades de Aragón hicieron una peregrinación a Zaragoza para celebrar la victoria en la Guerra Civil española. En el otoño de ese año, los peregrinos de varias diócesis, la Juventud de Acción Católica y la Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento, vinieron a Zaragoza para agradecer a la Virgen por su intercesión durante la guerra. En 1940, la conmemoración del XIX Centenario de la Aparición de la Virgen en Zaragoza trajo a la capital de Aragón 125 peregrinaciones (una internacional, cuatro nacionales, 48 ​​diocesanas, veintiocho parroquiales, veinticinco escuelas y diecinueve de diferentes organizaciones y profesiones) y 130,000 visitantes.

ORGANIZACIÓN / LIDERAZGO

El surgimiento y desarrollo de la devoción a Nuestra Señora del Pilar es el resultado de los esfuerzos combinados de las autoridades políticas, las estructuras eclesiásticas y las organizaciones laicas católicas. Estrechamente vinculado a la identidad de Zaragoza, el ayuntamiento promovió no solo la fiesta patronal de la Virgen del Pilar, sino también diferentes concesiones religiosas y honorarias a su símbolo. Gracias a su colaboración, la planificación urbana se adaptó religiosamente para poder reforzar la centralidad de la Basílica de Zaragoza. Los gobiernos nacionales y regionales también contribuyeron al desarrollo del santuario para reforzar su legitimidad y fomentar una identidad nacional católica española.

El desarrollo de este santuario no hubiera sido posible sin la cooperación e iniciativa de una parte importante de la jerarquía católica de Zaragoza, y particularmente de sus arzobispos. Esto fue particularmente cierto en el caso de los prelados que emprendieron la renovación del santuario entre 1858 y 1955: Manuel García Gil (1858-1881), Juan Soldevila y Romero (1902-1923) y Rigoberto Doménech (1924-1955). Estrechamente relacionado con las iniciativas de estos arzobispos estaba el consejo de cánones de Zaragoza, y especialmente el decano Florencio Jardiel (1906-1931) y José Pellicer (1931-1940).

La densa red de asociaciones católicas en Zaragoza, desde las asociaciones de devoción y caridad hasta los diferentes grupos que integran la Acción Católica, desempeñó un papel importante en la organización y promoción de las iniciativas antes mencionadas vinculadas al santuario del Pilar. Particularmente importantes fueron dos asociaciones laicas. Estos dos trabajaron para promover la devoción al Pilar y para rezar y vigilar en la Santa Capilla de la Virgen: la "Corte de honor de damas de Nuestra Señora del Pilar" (1902) y el "Caballeros de Nuestra Señora del Pilar". "(1928).

CUESTIONES / DESAFÍOS

Durante el proceso de creación sagrada, esta devoción se enfrentó a la falta de evidencia para apoyar la veracidad de la tradición. La creciente importancia de este santuario despertó sospechas en el consejo rival del canon de la catedral del Salvador, que atacó la tradición como una falsificación. Más tarde, durante la Ilustración, la devoción fue atacada como una tradición supersticiosa, que necesitaba ser erradicada de una doctrina católica nueva y purificada. Sin embargo, ninguno de estos críticos planteó un serio desafío a la creciente popularidad e importancia de la Virgen del Pilar, e incluso fueron reprimidos por la dinastía borbónica (Serrano Martin 2014). Las páginas dedicadas a desafiar la verdad de la aparición de la Virgen en Zaragoza en el Sinopsis historica cronologica de España (1700-1727) de Juan de Ferreras fueron arrancados por decreto real.

La devoción a Nuestra Señora del Pilar también ha enfrentado los desafíos modernos de la secularización y la creación de sociedades pluralistas y multi-denominacionales. La Virgen del Pilar estaba estrechamente vinculada a la cultura política autoritaria nacional-católica y, por lo tanto, se usó como un símbolo de lucha contra la secularización. Desde la década de 1960, el principal desafío ha sido despolitizar el simbolismo religioso y adaptarse a la nueva España democrática.

IMÁGENES

Imagen # 1: Fotograbado de la batalla de Las Heras (1808). Biblioteca Nacional de España.
Imagen # 2: Franco ante la Virgen. Doce de Octubre, 1-194 (1939).
Imagen # 3: Franco consagró España al Inmaculado Corazón de María ante el Pilar. Crónica del Congreso Mariano Nacional de Zaragoza, Zaragoza, Noticiero, 1957.
Imagen # 4: La Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en Zaragoza, España. Obra de Willtron.
Imagen # 5: Santa Capilla (Capilla Santa),

Referencias

Cenarro Lagunas, Ángela. 1997. "La reina de la hispanidad: fascismo y nacionalcatolicismo en Zaragoza, 1939-1945". Revista de Historia Jerónimo Zurita 72: 91-101.

Narbona Cárceles, María 2012. "Le Saint Pilier et l'édicule de Sainte-Marie-la-Majeure de Saragosse dans l'esprit de la Première Croisade". Páginas. 85-99 en Matérialité et immatérialité dans l'Église au Moyen Âge. Bucarest: Centre d'Études Médiévales / New Europe Collège / Université Charles-de-Gaulle Lille 3.

Ramón Solans, Francisco Javier. 2017. “La fiesta de las Banderas. Hispanoamericanismo católico en Santiago de Chile, Zaragoza y Buenos Aires (1887-1910) ". Mélanges de la Casa de Velázquez, 47: 229-47.

Ramón Solans, Francisco Javier. 2016. “Una nueva Lourdes en España: la Virgen del Pilar, devoción masiva, simbolismo nacional y movilización política”. Páginas. 136-67 en Devociones marianas, movilización política y nacionalismo en Europa y América, editado por Roberto Di Stefano y Francisco Javier Ramón Solans. Nueva York: Palgrave Macmillan.

Ramón Solans, Francisco Javier. 2014. La Virgen del Pilar dice… Usos políticos y nacionales de un culto mariano en la España contemporánea. Zaragoza: Prensas de la Universidad de Zaragoza.

Ramón Solans, Francisco Javier. 2014. "Un templo para la nación española: la Basílica del Pilar (1854-1940)". Hispania Sacra, extra I: 7-31.

Serrano Martin, Eliseo. 2014. "Facita de Silentium: El fin de la política y el discurso en torno a la Virgen del Pilar en la Edad moderna ". España 248: 687-714.

Fecha de publicación:
5 de junio de 2020

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